Psicotécnicos: Cómo se puede regular la prohibición de fumar al volante

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  • Según Joaquín Torres, Director Jurídico de Legal Car, se debe prohibir el tabaco al volante, pero como medida de seguridad vial

 

Desde que la pasada semana la Ministra de Sanidad, María Luisa Cercedo, planteara la prohibición del tabaco al volante, ha resucitado este tema que resurge intermitentemente desde que se inició la guerra por los espacios libres de humo. Cercedo lo ha planteado como «una de las muchas medidas» que contempla en su lucha antitabaco en España, convirtiendo los vehículos en espacios en los que está prohibido fumar. La Ministra expresó su intención en unas declaraciones previas a presidir el Consejo Interterritorial en el que, precisamente, se habló de posibles medidas antitabaquismo.

 

Sin embargo, según Joaquín Torres, Director Jurídico de Legalcar, «aunque creamos firmemente en su prohibición, el enfoque del Ministerio no es el correcto. Muchos conductores han instado al carácter de espacio privado de sus vehículos, donde una persona puede realizar actividades dentro de su intimidad, incluido fumar. Desde luego, no les falta razón. Por eso, es importante introducir la diferencia de poder fumar en un ámbito privado, como es un vehículo propio, con hacerlo mientras se conduce, generando un riesgo para la seguridad vial».

 

De este modo, desde Legalcar entienden que la prohibición del tabaco debe llevarse a cabo, pero no del modo en que se plantea desde el Ministerio de Sanidad «si no desde un punto de vista de la seguridad de la carretera. Y es, en este sentido, la Dirección General de Tráfico la responsable de llevar a cabo dicha medida. De hecho, en los últimos años se han sumado peticiones de asociaciones como la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica o la Sociedad Española de Medicina de Tráfico. Se han dirigido a la DGT, con ánimo de la prohibición total del tabaco en los coches privados por sendos motivos: anti-tabaquismo y seguridad vial».

 

Joaquñin Torres, Director Jurídico de Legalcar
Joaquin Torres, Director Jurídico de Legalcar

 

De este modo y con igual efecto que acometiendo la prohibición desde un punto de vista de Salud Pública, Joaquín Torres asegura que la tipificación de este acto como infracción de la conducción, tendrá la misma consecuencia de reducción del consumo de tabaco entre la población. Sin embargo «de este modo sí cuenta con un fundamento jurídico válido que no asalte los derechos del ciudadano en su esfera de la intimidad. De este modo, se sancionará fumar en el coche en cualquier momento, menos cuando el vehículo se encuentre correctamente estacionado, un mínimo de las veces».

 

Actualmente, las autoridades ya son competentes para considerar una falta el hecho de fumar al volante. Sin embargo, lo harán únicamente desde la zona gris en la que pudieran considerar este hecho como una distracción. El problema según el responsable jurídoco de Legalcar es que «la multa, de 100€, no es acorde al riesgo que se genera ni suficientemente disuasoria. En esta línea, y a pesar de que la sociedad esté acostumbrada a ver conductores que fuman mientras conducen, es un hecho que supone una distracción grave. Un acto como buscar un mechero en la guantera, encender un cigarrillo o expulsar el humo en el campo de visión del conductor, pueden provocar una distracción fatal».

 

Apartar la vista de la carretera apenas dos segundos reduce drásticamente el tiempo de reacción si aparece un peatón cruzando en un paso de cebra. No debemos olvidar que estos gestos al volante -añade Joaquín Torres- causan accidentes o atropellos con víctimas reales. «Desde nuestro despacho, hemos ayudado a víctimas de accidentes de tráfico a reclamar su correspondiente indemnización por los daños sufridos en una accidente en el que el responsable era un conductor distraído por fumar. No debemos olvidar que estas distracciones, en la práctica, son capaces de cambiar por completo la vida de una persona. Por ello, todo lo que implique prohibir acciones que supongan una distracción en la conducción, ayudarán a reducir los accidentes de tráfico. Sin embargo, es conveniente hacerlo desde el ángulo correcto y atendiendo al riesgo real, sin caer en la intromisión de prohibir actividades legales en entornos privados».

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