Renovación Carné de Conducir: Cómo evitar tener un accidente por culpa de la alergia

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  • Con la primavera llega el polen y las incómodas molestias que provoca en los alérgicos. Te contamos como evitar que nos den un susto durante la conducción.

 

 

Cambiar el filtro del habitáculo

Filtro del habitáculo
Filtro del habitáculo

 

Con la primavera llega también el polen y las reacciones alérgicas. Estornudos, picores y malestar general pueden suponer un riesgo al volante, y por ello conviene tomar precauciones para minimizar sus efectos.

 

Una de las más básicas es cambiar el filtro del habitáculo, también conocido como filtro para interiores. Su función principal es filtrar y retener eficazmente las sustancias del aire, evitando así su entrada en el interior del vehículo. Por ello, para conseguir un aire limpio y sano (sin polvo, humos, gases de escape, pólenes, cenizas y otras materias nocivas), proteger el sistema de ventilación (aire acondicionado, calefacción y climatización) y proporcionar un mayor confort y seguridad durante la conducción, es necesario tener en perfecto estado el filtro para el habitáculo.

A la hora de cambiarlo, es aconsejable elegir un filtro específico antipolen, hechos de carbón activo y Polifenol, ya que son más eficaces para evitar la entrada de partículas. Recientemente, están apareciendo en el mercado nuevos filtros, como Filter+, formado por varias capas de material filtrante permiten la retención de las micro-bacterias más finas y separa de forma duradera los alérgenos y los vuelve inofensivos.

 

Aunque se recomienda cambiar los filtros para el habitáculo cada 15.000 kilómetros o, al menos, una vez al año, hay que tener en cuenta que, circulando en ciudades o en ambientes muy contaminados, el filtro pierde su eficacia más rápidamente. Por ello, los expertos recomiendan la primavera como el mejor momento para cambiar este tipo de filtros.

 

Además, durante el otoño y el invierno, la humedad está muy presente y las sustancias acumuladas en el circuito de climatización son un lugar de incubación para el moho y las baterías, por lo que con la revisión del sistema de climatización y la carga del aire acondicionado, se deberán cambiar estos filtros.

 

 

Cambiar el filtro del habitáculo

Filtro del habitáculo
Filtro del habitáculo
 

Con la primavera llega también el polen y las reacciones alérgicas. Estornudos, picores y malestar general pueden suponer un riesgo al volante, y por ello conviene tomar precauciones para minimizar sus efectos.

Una de las más básicas es cambiar el filtro del habitáculo, también conocido como filtro para interiores. Su función principal es filtrar y retener eficazmente las sustancias del aire, evitando así su entrada en el interior del vehículo. Por ello, para conseguir un aire limpio y sano (sin polvo, humos, gases de escape, pólenes, cenizas y otras materias nocivas), proteger el sistema de ventilación (aire acondicionado, calefacción y climatización) y proporcionar un mayor confort y seguridad durante la conducción, es necesario tener en perfecto estado el filtro para el habitáculo.

A la hora de cambiarlo, es aconsejable elegir un filtro específico antipolen, hechos de carbón activo y Polifenol, ya que son más eficaces para evitar la entrada de partículas. Recientemente, están apareciendo en el mercado nuevos filtros, como Filter+, formado por varias capas de material filtrante permiten la retención de las micro-bacterias más finas y separa de forma duradera los alérgenos y los vuelve inofensivos.

Aunque se recomienda cambiar los filtros para el habitáculo cada 15.000 kilómetros o, al menos, una vez al año, hay que tener en cuenta que, circulando en ciudades o en ambientes muy contaminados, el filtro pierde su eficacia más rápidamente. Por ello, los expertos recomiendan la primavera como el mejor momento para cambiar este tipo de filtros.

Además, durante el otoño y el invierno, la humedad está muy presente y las sustancias acumuladas en el circuito de climatización son un lugar de incubación para el moho y las baterías, por lo que con la revisión del sistema de climatización y la carga del aire acondicionado, se deberán cambiar estos filtros.

 

Las ventanillas, subidas

 

Cómo evitar tener un accidente por culpa de la alergia

Las ventanillas son un acceso directo del exterior al interior del vehículo. Lógicamente, no solo entra aire, sino también todos agentes causantes de reacciones alérgicas del exterior. Por ello, conviene circular con ellas cerradas y usar el climatizador para mantener una temperatura óptima en el habitáculo, siempre que, como hemos visto en el paso anterior, se haya cambiado el filtro para asegurarnos de que el aire que entra al vehículo es lo más limpio posible.

 

Cuidado con la velocidad

Cómo evitar tener un accidente por culpa de la alergia
 

Si siempre hay que estar atento a la velocidad, los conductores alérgicos deben estarlo especialmente. A modo de ejemplo, si conducen a 80 kilómetros por hora y estornudan recorrerán 25 metros con los ojos cerrados.

 

No automedicarse y ni una gota de alcohol

Cómo evitar tener un accidente por culpa de la alergia
 

Los riesgos de la automedicación al volante están siempre presentes, pero son un factor extra de riesgo en los casos de alergia, ya que mucha gente tiende a acudir directamente a la farmacia sin pasar por el médico. No obstante, hay que seguir siempre las indicaciones de un especialista y evitar ingerir medicinas y antihistamínicos que causen somnoliencia. Además, si vamos a necesitar utilizar el coche durante muchas horas, es necesario consultar al médico para que éste pueda recetarnos un tratamiento adecuado.

Por otro lado, no se debe ingerir ni una gota de alcohol si estamos tomando antihistamínicos, ya que estos pueden reaccionar causando somnolencia con gran rapidez.

 

Usar gafas de sol y lágrimas artificiales

Cómo evitar tener un accidente por culpa de la alergia
 

Además, los expertos recomienda utilizar gafas de sol para reducir el picor y el lagrimeo y evitar la influencia directa de los rayos solares sobre las pupilas irritadas. Las gafas también evitan que el polen entre en contacto directo con los ojos. Si aún así el picor es excesivamente molesto, es aconsejable limpiar los ojos utilizando baños oculares, suero fisiológico o lágrimas artificiales.

 

 

 

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