CONDUCIR ENTRE TEMBLORES

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  • Los síntomas del Parkinson –temblores, rigidez de manos, tronco, piernas y lentitud de movimientos, alteraciones en el equilibrio y la coordinación, función cognitiva y visual…– pueden interferir la capacidad de conducir con seguridad

El parkinson es un trastorno neurodegenerativo frecuente, crónico y progresivo que suele comenzar a partir de la sexta década de vida. Puede interferir en la conducción segura, ya que se manifiesta con temblores, rigidez de manos, tronco, piernas y lentitud de movimientos, alteraciones en el equilibrio y coordinación, y en la función cognitiva, visuales, etcétera. Este trastorno afecta a 150.000 personas en España, según datos de la Federación Española de Parkinson (FEP), quien, para luchar contra el desconocimiento de esta enfermedad y desestigmatizar a quienes la padecen, lanza la campaña #Siquieresbailamos. La música nos pone ON, en la que no solo dan a conocer la enfermedad, sino los beneficios de la música y el baile en la misma. Para ello, han organizado más de 40 flashmobs durante todo el mes de abril en diversas ciudades españolas, a los que animan a acudir –para ello, han colgado un videotutorial con los pasos del baile– y participar en los actos (consulta el mapa de actos y direcciones). Cada año se diagnostican en España unos 10.000 nuevos casos de esta enfermedad cuya incidencia aumenta ligada a la edad: el mayor número de casos se diagnostican cuando los pacientes tienen entre 60 y 70 años y un 2% de los mayores de 65 años padecen Parkinson en España.  Sin embargo, no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores: el 15% de los pacientes no superan los 45 años y se dan casos en los que la enfermedad se inicia en la infancia o en la adolescencia, es la forma conocida como Parkinson juvenil.

Diversos estudios demuestran que los conductores con Parkinson presentan peor capacidad de conducción que los sanos incluso en las primeras fases de la enfermedad, debido a esos déficits motores, de coordinación, etcétera que padecen. Aunque no existe cura definitiva para esta enfermedad, se dispone de medicamentos que permiten un tratamiento satisfactorio y que controlan la sintomatología. No obstante, algunos de sus efectos sobre el sistema nervioso central pueden interferir en la capacidad para conducir, por lo que siempre deben consultarse al médico.

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