Renovación Carné de Conducir: Síntomas de la Diabetes al Volante

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  • Un 6% de los diabéticos no sabe que padece la enfermedad.

 

La diabetes –tanto la infanto-juvenil (tipo I) como la del adulto (tipo II)– ha sido objeto de gran atención en la medicina de tráfico y la seguridad vial. Los diabéticos pueden tener mayor riesgo de accidente de tráfico, de ahí la necesidad de intervención en este colectivo.

La diabetes del adulto es uno de los trastornos más frecuentes en la población mayor. Según el estudio di@bet.es, su prevalencia es del 14%. Y entre quienes la padecen, un 6% desconoce que la sufre. Los resultados del estudio confirman la asociación entre diabetes y obesidad e hipertensión; y los investigadores alertan de la importancia de la actividad física en su prevención.

Cada paciente es único, y cada caso, distinto. Pero como grupo, los diabéticoss deben prestar especial atención a la conducción. El buen control y el conocimiento por el enfermo de la enfermedad (reconocimiento de hipoglucemias, forma de tratarlas…) reducen de forma importante el riesgo. La inadecuada respuesta al tratamiento, su comorbilidad (alteraciones de la visión y neuropáticas que afectan a la movilidad y sensibilidad, y trastornos cardiovasculares) o la frecuente aparición de hipoglucemias comprometen la capacidad para conducir con seguridad. El seguimiento es importante: en muchos casos, hay una transición de un estadio en el que la respuesta al tratamiento es adecuada, a otro en el que, con el paso de los años y la evolución de la enfermedad, aparecen complicaciones para su seguridad vial.

 

Conocer los fármacos
Los fármacos para la diabetes, de acuerdo a la Clasificación Anatómico-Terapéutica, se incluyen en el apartado A (Tracto alimentario y metabolismo, Subgrupo A10). En los países desarrollados hay distintos grupos de fármacos para tratar la diabetes infanto-juvenil y la del adulto. Se establecen dos grandes grupos de medicamentos: insulina y análogos –que se deben administran por vía parenteral (inyectados), fundamentales para la diabetes tipo I y, en ocasiones, usados para la de tipo II–, e hipoglucemiantes orales, cuya característica inicial era que se podían administrar por vía oral.

En la actualidad hay varios grupos de fármacos que se utilizan para tratar la diabetes del adulto y con frecuencia es preciso asociar varios.

 

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Tráfico y Seguridad Vial

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