Renovación Carné de Conducir: Menores de edad, infractores mayores

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  • Los jueces pueden imponer medidas judiciales por infracciones de tráfico.

 

Hacía adelantemientos peligrosos a gran velocidad y de forma temeraria sin darme cuenta de que no solo me ponía en riesgo yo, sino a otras personas que no tenían la culpa“. S. G. tiene 17 años y cumple una medida judicial en el centro “Mariano Ribera” (Burjassot, Valencia), gestionado por la Fundación Diagrama, por darse a la fuga tras conducir una moto de gran cilindrada con velocidad excesiva y realizar un ‘caballito’. No es el único que reconoce haber incumplido las normas y asumido riesgos en materia de tráfico. Conducir sin carné ni seguro, bajo los efectos del alcohol y otras drogas, con exceso de velocidad, robar ciclomotores, hablar por el móvil al volante… Estas son algunas de las conductas habituales que los menores de edad que cumplen en la actualidad una medida judicial admiten realizar.

 

 

Tienen muchas creencias erróneas, asumen conductas de riesgo y se retroalimentan con el grupo que les rodea”, asegura Alejandra Juárez, psicóloga del Centro “Mariano Ribera”. En él se trabaja con jóvenes de 14 a 18 años bajo medidas judiciales de todo tipo y, como señala Alejandra, “aunque los delitos que comenten relacionados con tráfico no suelen ser la causa de su internamiento, la gran mayoría incumplen las normas, asumen conductas tremendas y además lo tienen súper normalizado”.

Gracias a la formación en seguridad vial que reciben en su domicilio o en el centro de menores, estos jóvenes acaban interiorizando la importancia de cumplir las normas. “No beber y conducir, no pasar el límite de velocidad ni hablar por el móvil y hacerlo sólo con el carné y el seguro es fundamental porque cumplir las normas es un símbolo de respeto a los demás”, señala F. B., un joven que cumple condena en el “Mariano Ribera”.

 

No están concienciados

Ángeles Gómez, educadora de la Fundación Diagrama, en Ourense, coincide en que “si no les enganchamos con lo de que les sirve para sacarse el carné, hay reticencia, su interés es instrumental”.

Tanto Ángeles como José Luis Mompó y Bruno Castro, Técnicos en Atención Socioeducativa con Menores y Jóvenes y educadores en medio abierto del Ayuntamiento de Alzira (Valencia), señalan que los casos que tienen incumplen sistemáticamente las normas: “Beben, se drogan, conducen sin carné, con exceso de velocidad, sin cinturón de seguridad ni casco y como peatones también asumen conductas de riesgo constantemente”. Además, “las creencias erróneas, la aversión a la autoridad y la falta de respeto por las normas de convivencia están presentes en estos chavales”, añade Ángeles Gómez.

Esto, unido a que los adolescentes en general no suelen estar concienciados con la seguridad vial, las carencias que presentan los jóvenes infractores llevan a una serie de conductas de riesgo en materia de tráfico (ver recuadro): “No son conscientes del daño que pueden hacerse a ellos mismos y a los demás”, explica Alejandra.

En las respuestas al cuestionario que hemos realizado a 17 jóvenes que cumplen medidas judiciales por diferentes motivos (ver recuadro) encontramos que tres de ellos aseguran no estar aprendiendo nada sobre seguridad vial. Justo esos tres, indica Alejandra, “son los que han cometido delitos contra la seguridad vial”. Así, P.D., A.L y J.C. reconocen que lo que les enseñan ya lo sabían, son conscientes de cometer esos delitos, lo que “responde a una actitud altiva y soberbia sobre lo que se les ofrece y cómo lo reciben ellos”, señala Alejandra. “Algunos son más receptivos que otros y pese a que algunos no lo quieran plasmar llevan muchas horas de talleres de vial y su respuesta puede deberse más a que no les ha gustado”, añade.

 

CARACTERÍSTICAS FRECUENTES CONDUCTAS DE RIESGO
Insensibles a los efectos de su conducta para sí mismo y para los demás. Conducción bajo los efectos del alcohol y otras sustancias.
Actitud poco receptiva al cambio y a la autocrítica. Rechazo a cualquier tipo de autoridad y normas: padres, profesores, policía, etc.
Baja autoestima enmascarada con actitud desafiante. Ignorar sus problemas y huir de la realidad. Olvidarse de los efectos y consecuencias de un accidente, atropello… para sí y para los demás.
Inestabilidad emocional. Conductas de riesgo vial impulsadas por criterios de diversión, desafío, protagonismo social…. o para disfrutar de emociones fuertes.
Nivel bajo de habilidades sociales y escasa capacidad de resolución de problemas y de conflictos. Rechazo de nuevos aprendizajes y conocimientos viales: circular sin permiso de conducir, ignorando los riesgos.

 

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Tráfico y Seguridad Vial

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