Fisioterapia y Rehabilitación:aliada en el tratamiento de las personas discapacitadas

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  • Afecta a más de 4 millones de personas, aproximadamente el 9% de la población, debido al rápido avance de las enfermedades crónicas derivadas del envejecimiento.

 

En España hay más de 4 millones de personas con discapacidad, lo que supone aproximadamente el 9% de la población residente en España, según datos de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia. Pero este no es un fenómeno que se presente solamente en nuestro país. En el mundo, más de mil millones de personas viven con alguna forma de discapacidad, de las que 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Los servicios sanitarios se están llenando de más pacientes con discapacidad debido al aumento del envejecimiento poblacional que está provocando una alta prevalencia de enfermedades crónicas que generan mucha discapacidad», asegura la doctora Roser Garreta, presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. «La rehabilitación tiene un papel clave, para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias, facilitar la mayor participación en la vida social y ayudar a las personas con discapacidad para alcanzar una vida satisfactoria y con la máxima independencia».

Medicina centrada en el paciente

La complejidad de tratamiento rehabilitador depende de la gravedad de las secuelas físicas o mentales existentes y de la coexistencia de múltiples enfermedades. «Es un hecho habitual en pacientes de cierta edad, y también de múltiples factores donde se enmarca todo el conjunto, desde los factores sociosanitarios, como la situación financiera de cada familia, hasta el acceso a servicios comunitarios, el grado de soporte social, la presencia de barreras arquitectónicas o aspectos individuales de personalidad o motivación para el tratamiento», mantiene la doctora Garreta. «El tratamiento debe ser a medida, atendiendo al contexto y a factores personales. Esta medicina centrada en el paciente y su familia tienen aún más importancia en paciente con discapacidad severa, en el paciente con múltiples patologías o con expectativa de vida limitada».

Un ejemplo de personas afectadas por la discapacidad son aquellas que sufren espasticidad, un trastorno motor asociado a múltiples enfermedades, cuyo origen se encuentra en una alteración del sistema nervioso central que provoca un aumento del tono muscular dificultando y/o imposibilitando total o parcialmente el movimiento de los músculos afectados. Para poder integrarse a la sociedad y ganar calidad de vida, la neurorrehabilitación es crucial.

«La rehabilitación debe coordinarse con un equipo interdisciplinar para que cada una de las especialidades consigan los objetivos terapéuticos específicos que mejoren el bienestar físico y la calidad de vida de la persona con discapacidad así como de su entorno familiar indirectamente», ratifica Claudia Tecglen, presidenta de la Convives con Espasticidad. «Dentro de ese equipo ha de incluirse la figura del familiar experto, para que los pacientes no solo seamos receptores de los mejores cuidados, sino también un agente activo en la toma de decisiones de los tratamientos. Un buen tratamiento comienza por una buena toma de decisiones conjunta y aquí nuestro papel, el de los pacientes, y nuestros familiares es fundamental».

Además de trabajar en recuperar o mejorar la función motora con discapacidad ocasionada por problemas neurológicas (con secuelas tras un ictus, por ejemplo) u ortopédicos (lesiones de músculo y hueso), los expertos consideran necesaria la formación de los sanitarios y la población en general. «Es importante difundir conocimientos acerca de la discapacidad, sus consecuencias y las necesidades de las personas discapacitadas, a todos los niveles; concienciar a toda la población», concluye la doctora Garreta.

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