Conducir en días de calor

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Durante los meses de julio y agosto las temperaturas suben exponencialmente y eso también lo notan nuestros vehículos, en los días más calurosos un coche expuesto al sol puede sobrepasar los 50 ºC, lo que supone un riesgo para la conducción. Abrir el coche tan caliente y sentir cómo una nube de calor sale por la puerta, al tocar el volante te quemas y sentarte… ¡es imposible!

Conducir en verano es diferente al resto del año por las altas temperaturas a las que nos exponemos. Para aumentar nuestra seguridad, recomendamos tener en cuenta diferentes medidas que nos ayuden a actuar para paliar desmayos, síncopes, golpes de calor y malestar debido a la temperatura, del conductor y de los acompañantes.

3 recomendaciones básicas para refrescar el vehículo antes de comenzar a conducir:

  1. Abre puertas y ventanas para que el aire empiece a circular.
  2. Enciende el aire acondicionado (con los pasajeros fuera) para que empiece a bajar la temperatura del coche.
  3. Prevé llevar agua u otras bebidas refrescantes para los viajeros. Uno de los principales efectos del calor es la deshidratación.

Una vez que el interior del vehículo esté a una temperatura aceptable, preferiblemente 23ºC, es el momento de empezar a conducir.
¿Por qué no conducir a más temperatura? Porque a partir de 24ºC el conductor empieza a cometer errores con más frecuencia, incluso, a 24ºC no se perciben el 10% de las señales de tráfico.
Al llegar a los 32ºC el organismo se resiente y comienzan síntomas como fatiga, cansancio y somnolencia. Así que en este verano recuerda que la temperatura idónea para conducir más seguro y mantener la atención al volante es 23ºC y mantenerse hidratado durante todo el trayecto.

¿Cómo prevenir un golpe de calor?

Lo primero debemos identificar un golpe de calor conociendo los síntomas con los que se manifiesta:

  • Enrojecimiento y calor en la cara, mejillas y frente.
  • Cefalea
  • Náuseas y vómitos
  • Fatiga y calambres musculares
  • Sed intensa y sudoración
  • En algunos casos, llega a darse alteración de la conciencia y hasta convulsiones.

Ante estos síntomas, lo mejor es no conducir en el momento, si se nos presentan durante la conducción: parar, ponerse a la sombra, sentarse con el cuello en extensión para favorecer la respiración y beber a pequeños sorbitos para recuperar líquido y aliento.
Si la situación empeora y no tienes forma de acudir a un centro médico, avisa a los servicios de emergencia en el 112. Hay que acudir al médico para confirmar el golpe de calor y descartar otras enfermedades.

¿Cómo prevenir los golpes de calor?

Refrescar el vehículo y mantenerlo a 23º es una de las medidas, pero en la calle, como medida habitual, es recomendable:

  1. Vestir adecuadamente con prendas transpirables.
  2. Protegerse del sol.
  3. Beber aguan con frecuencia sin esperar a tener sed.

El café o té suelen beberse para evitar la somnolencia, pero ambos tienen efectos diuréticos que hacen que al agua sea eliminada más rápidamente por lo tanto no son suficientes para mantenerse hidratado.
Las bajadas de tensión y de azúcar aumentan también con las altas temperaturas se identifican por tener visión borrosa, temblor y sudoración.
Es muy importante estar atento a estos síntomas que pueden provocarse por muchas causas. En una persona sana, las causas que provocan estas bajadas de azúcar son evitables; como el ayuno, el ejercicio o simplemente a la exposición al sol, cansancio, falta de ingesta y deshidratación.
Al primer síntoma de una bajada de azúcar o de tensión, es necesario parar el coche antes de que pueda provocar un desvanecimiento. Para prevenir una bajada de azúcar, es necesario:

  • Hacer pausas durante el viaje, lo recomendable es cada 2 horas, estirar las piernas y descansar.
  • Ingerir comida fácil de digerir.
  • Beber agua.

Conductores diabéticos. Especial atención

Si eres una persona diabética, contacta con tu médico y pídele consejos personalizados que se adecúen tanto a tus síntomas como a la medicación que tomas, así como a las circunstancias concretas del viaje que vas a realizar.
Recuerda que por regla general, como conductor debes llevar en lugar visible dentro del vehículo el informe médico de tu enfermedad y el tratamiento que sigues, para que en caso de accidente puedas ser identificado y atendido correctamente.

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