Psicotécnico: Freno a los excesos de velocidad

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  • El ayuntamiento de Arrasate instalará tres radares en puntos aún por concretar y la recaudación de las infracciones se destinará a asociaciones que trabajan en materia de seguridad vial.

 

El reurbanizado tramo de Arrasate pasealekua que podría albergar una de las tres primeras cabinas de control de velocidad.

El reurbanizado tramo de Arrasate pasealekua que podría albergar una de las tres primeras cabinas de control de velocidad.

 

Poner freno a los excesos de velocidad al volante. Con este objetivo y, sobre todo, con el de mejorar la seguridad vial de todos los usuarios que conviven en la vía pública, el Ayuntamiento de Arrasate se ha puesto manos a la obra para adoptar una nueva medida que traerá consigo la instalación de radares fijos en puntos problemáticos del municipio: arterias principales que concentran una notable intensidad de tráfico rodado y que son escenario de conductores pisando el acelerador más de la cuenta, o zonas de prioridad peatonal.

 

Desde el Consistorio cerrajero informan de que han tenido constancia de una “creciente preocupación ciudadana” por la velocidad con la que circulan algunos coches y autobuses. “Nos han llegado quejas y advertencias de situaciones de peligro. Ha habido sustos y de lo que se trata, por tanto, es de evitar atropellos y que pueda haber una desgracia”, explica la alcaldesa, María Ubarretxena.

 

Así, junto con los ya habituales badenes, los responsables municipales han decidido intensificar las acciones encaminadas a prevenir que se conduzca más rápido de lo permitido y, para ello, los presupuestos de este año reservan una partida de 72.600 euros dirigida a costear la colocación de varios puntos de control de velocidad. De momento, en la última junta de Gobierno se acordó la compra de tres cabinas de radares (se prevén un total de cinco), cuya ubicación está aún por decidir.

 

No siempre estarán activos Según detalla la primera edil, el cinemómetro o aparato que mide la velocidad de los vehículos se alquilará, de modo que los nuevos dispositivos no estarán siempre activos (en cualquier caso, no se avisará cuando estén en funcionamiento). “Se llevarán a cabo campañas especiales de vigilancia de la velocidad por periodos que se tendrán que concretar”, adelanta Ubarretxena.

 

Para el emplazamiento de los radares se actuará de manera coordinada con la Policía Municipal. Aunque todavía hay que definir diversas cuestiones, uno de los candidatos que se postula a acoger este sistema, por tratarse de un punto caliente, es Arrasate pasealekua, concretamente el reurbanizado tramo que discurre entre las rotondas de la plaza Udala y Gipuzkoako Foruen plaza; una zona 30 en la que “a ciertas horas se han detectado vehículos sobrepasando esta velocidad máxima”.

 

Garibai Etorbidea podría ser otra de las vías con cinemómetro. En este caso, en el recorrido desde la glorieta de Maala hasta la pérgola de Biteri, abierto a la circulación de transporte público, taxis y carga y descarga. Y es que por su proximidad al parque infantil ha sido objeto de más de un susto y no pocas quejas entre los padres, que desde el propio Ayuntamiento han sido trasladadas en más de una ocasión a Lurraldebus.

 

Por su parte, en el elenco de vías rápidas se incluyen Araba, Gipuzkoa y Nafarroa Etorbidea, así como Otalora. No obstante, antes de la puesta en marcha de estos dispositivos se estudiará dónde instalarlos teniendo en cuenta las características y la situación particular de cada vía. Los radares desembarcarán este año con el propósito “de asegurar que se respete la velocidad en vías urbanas”, inciden desde el equipo de Gobierno.

 

“Dar una respuesta” “No se trata de buscar sanciones, sino de que se circule de manera correcta, evitando los accidentes”, remarcan desde el Gobierno municipal. A este respecto la alcaldesa añade que la medida disuasoria que va a implantarse no tiene un “afán recaudatorio”. “Se quiere dar una respuesta a las quejas ciudadanas, a una preocupación existente, y a la problemática de la velocidad excesiva”, insiste la regidora arrasatearra.

 

De hecho, la cantidad recaudada por medio de las sanciones tendrá un fin social. “Se destinará a alguna asociación que trabaje el tema de la educación vial; cursos, víctimas de atropellos…”, precisa Ubarretxena.

 

En cuanto al importe de las multas, este dependerá del exceso de velocidad captado por el cinemómetro, que tal y como señala el jefe de la Policía Municipal, Iñaki Arriaga, “está establecido por la Ley de Tráfico”. A modo orientativo, en zonas 30 (como es el caso de Arrasate pasealekua), si se supera el límite de velocidad entre 31 y 50 km/h, el infractor abonará cien euros; 300 euros si alcanza entre los 51 y 60 km/h y se acompañará, además, de la pérdida de dos puntos del carné de conducir. Los automovilistas que sean cazados en vías de 40 km/h pagarán las mismas cantidades si circulan entre 41 y 60 km/h, y 61 y 70 km/h, respectivamente.

 

Antes de la instauración de esta fórmula de control de velocidad, las primeras reacciones no se han hecho esperar. “¿En serio, son necesarios radares en Arrasate? El tema del exceso de velocidad puede solucionarse de otro modo sin que el ciudadano tenga que rascarse los bolsillos. Hay muchos badenes de dudosa legalidad colocados en el pueblo, que castigan nuestros coches, que los estropean poco a poco”, aprecia Ekaitz, un arrasatearra de 32 años.

 

Hay quien también ve la medida con otros ojos. “Sabemos que es impopular, pero me parece acertada. El conductor no tiene que pagar una multa siempre y cuando respete, en este caso, la velocidad establecida”, considera Sonia Hernández. En definitiva, diversidad de opiniones para un sistema que anuncia su llegada.

 

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