Renovación Carné de Conducir: Trucos para evitar que el coche se recaliente en verano

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  • Si la aguja de la temperatura se dispara durante uno de nuestros trayectos es importante saber cómo actuar.

 

Definitivamente el verano ha llegado. Los termómetros registran en estos días del mes de agosto temperaturas superiores a los 35 grados, e incluso superan en algunas localidades españolas la barrera psicológica de los 40 grados. Las personas lo sufren, y se intenta compensar las consecuencias de la ola de calor refrescándose, hidratándose y huyendo de las zonas más expuestas al sol. Lo mismo sucede con nuestro coche, que debido a las elevadas temperaturas se ve sometido a un sobreesfuerzo. Aunque las imágenes de los años 60 en las que los Seat 600 se paraban en las cunetas de las carreteras para que el motor se refrescase y así poder seguir con el viaje, conviene no olvidar una serie de trucos para evitar que el motor se recaliente, además de saber cómo actuar en caso de que la aguja de la temeperatura marque niveles peligrosos.

Aunque siempre se recomienda tener el coche a punto, y revisarlo con la llegada de la nueva estación y ante un viaje de larga distancia, si la aguja de la temperatura se dispara durante uno de nuestros trayectos es importante saber cómo actuar correctamente.

Según nos recuerdan desde Pyramid Consulting, lo primero es parar el coche. Con el motor apagado, esperaremos un tiempo prudencial para ver si se soluciona. Si no se apaga el indicador, habrá que llamar a los servicios de asistencia.

Conviene revisar el nivel del anticongelante, aunque para hacer esta comprobación el motor tendrá que estar frío. Si tomamos las medidas con el motor caliente, no saldrá un resultado fiable, aparte de ser peligroso. Por tanto, una vez frío el motor, abriremos la tapa del depósito en el que se almacena el líquido de refrigeración. Cuidadosamente, veremos si está por debajo de la marca, en cuyo caso habrá que reponerlo. Descartado el asunto del anticongelante, no está de más mirar la parte baja del depósito. Así, nos aseguraremos de que no hay ninguna fuga. Habrá que mirar todas las partes detenidamente, especialmente las juntas.

También podemos comprobar el estado del radiador y la bomba. Sí el líquido es oscuro, será porque hay una corrosión del sistema. La solución pasará por renovar el circuito utilizando un líquido capaz de soportar altas temperaturas.

Además, con la llegada de la primavera y el verano conviene revisar los neumáticos, ya que su estado influye de forma directa en la seguridad de viaje. En verano revisaremos su presión, que además aumenta con la rodadura del vehículo y la propia temperatura ambiente. Y es necesario comprobar que no estén desgastados, como recuerdan desde Catalana Occidente. Antes de salir de viaje, miraremos su dibujo y los cambiaremos de forma prioritaria si albergamos dudas acerca de su buen estado. Antes de verificar su estado los limpiaremos con agua a presión para retirar restos de suciedad que puedan llevar a juicios equívocos.

Con todo, la mejor recomendación para cuidar los neumáticos en verano, con un asfalto que abrasa y que desgasta precipitadamente el caucho de las gomas, es realizar una conducción lo más delicada posible: evita frenazos, derrapes y movimientos bruscos. Alargarás su vida útil y la del vehículo.

También hay que revisar el aire acondicionado y el sistema de refrigeración del vehículo: cualquier fuga de refrigerante puede provocar que el motor se caliente lo suficiente como para provocar una seria avería.

Recuerda que un elemento tan simple como un parasol ayuda a que el coche sobrelleve mejor el calor del verano. Colócalo en el parabrisas al aparcar para que la temperatura interna baje hasta 10 grados. Al volver a acceder notarás una temperatura más amigable, evitarás gastar combustible forzando la climatización y también un desgaste prematuro de ajustes, plásticos y revestimientos de a bordo.

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